Actualmente, estamos presenciando la expansión de servicios de streaming en nuestro país. Casos como el de Amazon Prime Video, Netflix, HBO, Wuaki.tv, confirman que existe un alto crecimiento en este sector. Es evidente que nos encanta tener el control y así poder decir el qué, el cómo y el cuándo vemos una serie o película. Ya no son las cadenas de televisión las que deciden cuándo emiten un contenido; ahora el usuario tiene la oportunidad de decidir.
A continuación, vamos a realizar un pequeño análisis sobre Netflix, el líder mundial de servicios en streaming.
Durante el período analizado, el activo total de Netflix ha crecido a una Tasa Anual Compuesta (en adelante TAC) del 36 %, hasta llegar a los 13.587 millones de dólares (en adelante M $). ¿Cómo se ha financiado este crecimiento? Desde mi punto de vista, el crecimiento adecuado de una compañía debe producirse de manera orgánica, es decir, con recursos propios. En el caso de Netflix está claro que han abusado de la deuda para crear este crecimiento. El pasivo ha aumentado a una TAC del 35,6 %, la deuda financiera a largo plazo lo ha hecho a una TAC del 34,7 %, y el patrimonio neto, a una TAC del 37,7 %.
La cuenta de resultados de Netflix ha evolucionado favorablemente. Las ventas han crecido a una TAC del 25 %, los ingresos operativos han crecido a una TAC del 66 %, los gastos financieros han crecido a una TAC del 65 %, y el beneficio neto ha crecido a una TAC del 82 %. Es evidente que su expansión internacional ha provocado un aumento de las ventas y de sus beneficios. El aumento del endeudamiento también ha provocado un incremento de los gastos financieros. Además de todos estos datos, hay que destacar que durante la última década jamás ha presentado pérdidas.
El principal problema que se puede observar en la cuenta de resultados, es que los gastos financieros de 2016 se “meriendan” el 40 % de los ingresos operativos de la compañía.
Con todos estos datos, podemos afirmar que Netflix es una empresa en crecimiento.
Hasta la cuenta de resultados, todo parecía irle bien a Netflix. Sí que es cierto que es una empresa muy endeudada y con unos gastos financieros elevados en proporción a sus ingresos, no obstante, no había sufrido pérdidas ni un solo año durante la última década.
La cuenta de flujos de efectivo de Netflix, da más miedo que su catálogo de thrillers psicológicos. En los dos últimos años, la compañía no ha logrado generar dinero con sus actividades. Es evidente que su expansión internacional y la creación de contenidos propios cuestan dinero. Pablo Escobar en la serie Narcos de Netflix tiene una frase que utiliza a la hora de negociar: “Plata o plomo”. En este caso, los directivos de Netflix han dicho que hay que ir con plomo, plata, oro y diamantes; hay que crecer cueste lo que cueste.
Para pagar todos los gastos del negocio, la compañía ha tenido que pedir dinero a entidades financieras y a los accionistas por valor de 3.756 M $.
El Free Cash Flow de la compañía ha sido negativo todos los años, a excepción de 2013.
Con todos estos datos, podemos afirmamos que el negocio de Netflix no genera efectivo. Para La Tortuga Inversora, ninguna compañía que tenga flujos de explotación negativos genera beneficios, a pesar de la opinión de los ejecutivos. Por lo tanto, Netflix no gana dinero, lo pierde y en grandes cantidades.
La parte más positiva de Netflix es su gran crecimiento. En Estados Unidos, el 15 % de la población tiene contratado el servicio a un precio medio de 8,5 $ al mes. Además, tiene 27,4 millones de suscriptores internacionales que pagan de media 7,48 $ al mes. Con estos datos, confirmamos que la empresa está Efectivamente, si continúa con estas tasas de crecimiento logrará aumentar sus ventas. De momento, el aumento de las ventas no se traslada a los resultados, ya que la expansión le está costando muchos recursos. Además, hay que tener en cuenta que existe una competencia que también está creciendo y expandiéndose internacionalmente. Se puede hablar de la existencia de una burbuja en el mercado de series, hasta el punto de que Amazon está produciendo las suyas; a este paso, Mercadona e Inditex rodarán sus propias series…
Las conclusiones del análisis son las siguientes:
En primer lugar, la empresa presenta un endeudamiento elevado y no parece que vaya a reducirse con el nivel de expansión actual. Además, tiene que destinar un 40 % de su resultado operativo al pago de intereses. Esto hace que la estructura financiera de Netflix no sea lo suficientemente sólida.
En segundo lugar, es cierto que las ventas están aumentado a nivel nacional e internacional. De momento, este aumento de los ingresos es insuficiente para llevar a cabo sus inversiones tanto de expansión como de mantenimiento, lo cual hace pensar que de momento la empresa es inviable.
En tercer lugar, la empresa asegura que obtiene beneficios. La Tortuga Inversora sabe muy bien que los beneficios son una opinión pero que los flujos de efectivo son un hecho. Al comprobar los flujos de efectivo, hemos visto cómo la empresa no genera dinero con su negocio.
En cuarto lugar, el precio actual de una acción de Netflix es de unos 140 $. Esta cifra nos indica que la empresa tiene un PER de 318, una cifra exorbitante. Es posible, que los especuladores que han comprado acciones de la compañía confían en que algún día genere beneficios extraordinarios. La Tortuga Inversora cree que una empresa vale lo que valen los beneficios por el PER medio histórico del mercado.
En definitiva, Netflix ofrece un gran servicio de contenidos en streaming a través de una suscripción. Sin embargo, después de revisar los EEFF de la compañía americana, podemos afirmar que NO ES APTA PARA LA INVERSIÓN y que su precio es prohibitivo para el inversor.