Hay historias de amor que duran toda la vida. Una de esas relaciones es la que existe entre el Beneficio Neto y las empresas. Cuando una empresa nace implica estar ligada para siempre con el Beneficio Neto. Es posible que esta relación sea más o menos estable, que siempre vaya a mejor o que incluso llegue a destruir a la propia empresa.
En el caso de Repsol, durante los últimos años, ha pasado algo totalmente insólito. Podríamos decir que Repsol ha decido poner fin a su relación con el Beneficio Neto, ahora ha encontrado a otras “chicas” que le sientan mejor. Antes de hablar sobre estas nuevas “novias” de Repsol, vamos a ver cómo ha evolucionado la relación de Repsol con el Beneficio Neto.
Desde los resultados anuales de 2006 hasta el resultado de 2012, la petrolera siempre destacaba en sus notas de prensa el Beneficio Neto. Entre Repsol y el Beneficio Neto, existía una profunda historia de amor.
En el año 2006, la relación era perfecta, el Beneficio Neto de Repsol fue superior a los 3.000 millones de euros. Repsol estaba “loquito” por su Beneficio Neto.
En 2009, la relación sufrió bastante, había bajado el precio del petróleo y eso les afectó. Pero esa crisis no duró mucho y, en 2010, la relación mejoró hasta los 4.693 millones de euros.
Las cosas iban estupendamente, Repsol llegó a pensar que era cierto eso que decían los cuentos: “Y vivieron felices y comieron perdices”. Pero algo terrible pasó en 2012, la pérdida de su hijo YPF en un accidente en Argentina conllevó a la ruptura de la pareja. En 2013, Repsol presento al público a su nueva “novia”, el Beneficio Neto Recurrente. Esta nueva “chica” le sentaba estupendamente a la petrolera, hacía que su corazón volviera a latir. Pero esta relación no duraría mucho, ya que a su “exnovia” le tocó la lotería y Repsol pensó que sería bueno reconciliarse con el Beneficio Neto. Pero la relación no terminó de funcionar y Repsol conoció, en 2015, a una nueva “chica mala”, el Beneficio Neto Ajustado. Según algunos amigos de la pareja, Repsol le dijo al Beneficio Neto: “Ya no eres lo suficiente buena para mí”.
Aunque estas historias son más propias de la prensa rosa, en este caso, más que entretener, preocupan. Una empresa siempre debe comunicar el Beneficio Neto, independientemente de que sea bueno o malo. Si se ha obtenido un buen beneficio, se dice con una sonrisa, y si es malo, llorando, pero siempre informando alto y claro.
Ya sabemos que a Repsol le hubiera gustado más obtener el resultado del Beneficio Neto Ajustado. Pero una cosa es lo que te gusta, y otra cosa es la realidad. La realidad es que en 2015 Repsol ha obtenido unas pérdidas de 1.227 millones de euros. Y, aunque intente disimular, diciendo que ha obtenido un Beneficio Neto Ajustado de 1.860 millones de euros, la realidad es que su amor verdadero es el Beneficio Neto, le guste o no.
Así pues, La Tortuga Inversora anima a Repsol a reconocer que el amor de su vida es el Beneficio Neto; nada de beneficios ajustados, recurrentes o “extraterrestres”.
Posteriormente, La Tortuga Inversora se ha comunicado con Repsol para conocer su postura a la hora de ofrecer sus comunicados. Esta ha sido su contestación.
¿Algún lector perspicaz puede encontrar las pérdidas de 1.227 millones de euros en este vídeo de Repsol?